Carta Pública al Director de El Mercurio

by Rodrigo Paz on September 12, 2010

Señor Director,

La discusión en el parlamento de una iniciativa legal que busca erradicar las conductas de matonaje perpetradas por niños y adolescentes sobre sus propios pares en los colegios de Chile, obliga a los legisladores y a la ciudadanía en general a pensar muy bien en las causas profundas de este complejo fenómeno.

Investigaciones realizadas tanto en Chile como en el extranjero muestran que no más allá del 20% de la población infanto-juvenil se involucra en este tipo de comportamientos.

¿Qué lleva a este sub-grupo de niños y adolescentes a ejercer este tipo de violencia, de una manera muchas veces sádica y cruel?

¿Qué impide que la repulsa natural a inflingir dolor en los pares inhiba este comportamiento?

Las Neurociencias Clínicas y la Psiquiatría Biológica han aportado en los últimos veinte años un creciente volumen de evidencia científica indicando que muchos de estos niños y adolescentes padecen de severas anormalidades en el neuro-desarrollo que impiden el funcionamiento normal de circuitos cerebrales que resultan esenciales para un adecuado control de los impulsos agresivos y la representación mental del dolor y el sufrimiento tanto propio como ajeno.

El seguimiento de estos niños hasta la vida adulta muestra que la mayoría de ellos desarrolla severos trastornos del ánimo que a veces terminan incluso en el suicidio y/o la cárcel.

La neuro-psiquiatría infanto-juvenil dispone hoy día, en pleno siglo 21, de un amplio arsenal de intervenciones psico-farmacológicas y psico-sociales que, aplicadas integradamente, permiten rehabilitar a la mayoría de estos niños y a sus víctimas.

No basta entonces con penalizar estas conductas y a quienes las permiten.

Es necesario que el Ministerio de Salud se haga parte activa en el abordaje integral de un problema en el cual tiene mucho que decir y hacer tanto en su prevención primaria como secundaria.

La conducta persistentemente violenta en niños y adolescentes es, casi siempre, un síntoma que nos debiera alertar sobre la presencia de grave patología neuro-psiquiátrica.

Desconocer o negar este aspecto del problema constituye, simplemente, negligencia y mala práctica.

Ver la carta y los comentarios en El Mercurio online

Rodrigo Paz Henríquez

Médico Psiquiatra, Post-Doctorado en Neurociencias Clínicas

Centro de Salud Mental Familiar, Municipalidad de la Reina

Perito Forense Defensoría Penal Pública

{ 2 comments… read them below or add one }

Paulina Torres Ciappa September 30, 2010 at 1:01 pm

Felicitaciones por su sitio Web está muy bueno………

Saludos,

Paulina Torres Ciappa
Instituto El Cedro

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Paulina Torres Ciappa September 30, 2010 at 1:05 pm

Felicitaciones por su pag web y estando al día en la contingencia nacional.
Apoyo moral para que sus iniciativas salgan adelante.

Saludos.-

Paulina Torres Ciappa

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