Señor Director,
La discusión en el parlamento de una iniciativa legal que busca erradicar las conductas de matonaje perpetradas por niños y adolescentes sobre sus propios pares en los colegios de Chile, obliga a los legisladores y a la ciudadanía en general a pensar muy bien en las causas profundas de este complejo fenómeno.
Investigaciones realizadas tanto en Chile como en el extranjero muestran que no más allá del 20% de la población infanto-juvenil se involucra en este tipo de comportamientos.
¿Qué lleva a este sub-grupo de niños y adolescentes a ejercer este tipo de violencia, de una manera muchas veces sádica y cruel?
¿Qué impide que la repulsa natural a inflingir dolor en los pares inhiba este comportamiento?
Las Neurociencias Clínicas y la Psiquiatría Biológica han aportado en los últimos veinte años un creciente volumen de evidencia científica indicando que muchos de estos niños y adolescentes padecen de severas anormalidades en el neuro-desarrollo que impiden el funcionamiento normal de circuitos cerebrales que resultan esenciales para un adecuado control de los impulsos agresivos y la representación mental del dolor y el sufrimiento tanto propio como ajeno.
El seguimiento de estos niños hasta la vida adulta muestra que la mayoría de ellos desarrolla severos trastornos del ánimo que a veces terminan incluso en el suicidio y/o la cárcel.
La neuro-psiquiatría infanto-juvenil dispone hoy día, en pleno siglo 21, de un amplio arsenal de intervenciones psico-farmacológicas y psico-sociales que, aplicadas integradamente, permiten rehabilitar a la mayoría de estos niños y a sus víctimas.
No basta entonces con penalizar estas conductas y a quienes las permiten.
Es necesario que el Ministerio de Salud se haga parte activa en el abordaje integral de un problema en el cual tiene mucho que decir y hacer tanto en su prevención primaria como secundaria.
La conducta persistentemente violenta en niños y adolescentes es, casi siempre, un síntoma que nos debiera alertar sobre la presencia de grave patología neuro-psiquiátrica.
Desconocer o negar este aspecto del problema constituye, simplemente, negligencia y mala práctica.
Ver la carta y los comentarios en El Mercurio online
Rodrigo Paz Henríquez
Médico Psiquiatra, Post-Doctorado en Neurociencias Clínicas
Centro de Salud Mental Familiar, Municipalidad de la Reina
Perito Forense Defensoría Penal Pública
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Felicitaciones por su sitio Web está muy bueno………
Saludos,
Paulina Torres Ciappa
Instituto El Cedro
Felicitaciones por su pag web y estando al día en la contingencia nacional.
Apoyo moral para que sus iniciativas salgan adelante.
Saludos.-
Paulina Torres Ciappa